La UF en Chile
La Unidad de Fomento es una unidad de cuenta o unidad financiera que funciona como moneda de cálculo, expresando el valor del peso Chileno y su reajuste según la variación del Índice de Precios al Consumidor. Esto quiere decir que el valor en Pesos de una UF sube en la medida en que aumenta la inflación, de manera tal que se mantiene en el tiempo el valor de compra de dicha unidad.
Fue establecida por el Banco Central de Chile como uno de sus tres sistemas reajustables bajo el amparo de lo establecido en su Ley Orgánica Constitucional, y es utilizada por los bancos para sus operaciones de crédito en moneda nacional así como también por las cooperativas de ahorro y crédito. Su valor se ajusta a diario en función de la variación que haya tenido el IPC durante el mes anterior.
Breve historia
Hacia la década de los 60 Chile enfrentaba un duro proceso inflacionario, por lo que decide aplicar un instrumento financiero que le permitiera ser atractivo para la inversión extranjera. Es así como el 20 de enero de 1967 se crea la Unidad de Fomento según decreto No. 40 y su valor inicial fue de 100 Escudos.
Por aquel entonces el valor de la UF se calculaba y se reajustaba trimestralmente y esta herramienta permitió el flujo de créditos de desarrollo pagando intereses ajustados a la inflación.
En el año 1975 las tasas de inflación eran muy altas y, para enfrentarlas, se comienza a expresar la UF en Pesos Chilenos con reajustes mensuales según Decreto Supremo No. 280 y en julio de 1977 este cálculo y reajuste pasa a ser diario bajo el Decreto Supremo No.613 tomando como periodo desde el día 10 del mes en curso al día 9 del mes siguiente.
Actualmente el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile (INE) entrega el Índice de Precios al Consumidor la primera semana de cada mes al Banco Central de Chile y, con base en este instrumento se fija el valor diario de la Unidad de Fomento. Esto se hace desde el 8 de enero de 1990.
Aplicación e importancia en Chile
En un principio la UF es creada con dos objetivos fundamentales: para lograr financiamiento en los Mercados Internacionales, protegiendo a los inversionistas extranjeros de la voraz inflación chilena y mantener el poder adquisitivo de los ahorristas en los bancos e instituciones financieras.
En la actualidad, el éxito que ha tenido esta herramienta en la economía de esta nación amplió su radio de acción y se usa en créditos bancarios e hipotecarios, multas, contratos de arriendo y compra venta de bienes inmuebles, análisis de costos de construcción, etc.
La estrategia de crecimiento económico tiene como pieza importante el mercado de capitales y la Unidad de Fomento ha sido cardinal en el desarrollo de dicho mercado haciendo más fácil su operación.
Otro punto a favor de la UF es que hace inmunes a la inflación a todos los compromisos financieros internos, tanto públicos como privados. La Unidad de Fomento se puede considerar un inestimable legado de la historia inflacionaria de Chile.
¿Qué hace popular a la Unidad de Fomento?
Una de las enseñanzas de la teoría económica es que los precios relativos orientan las decisiones de los individuos. Los mismos pudieran concentrarse en los precios reales, es decir, el resultado de dividir los precios nominales entre el promedio de ellos, o más bien, en un índice que represente ese promedio. Por lógica, este índice representativo seria el resultado de promediar los precios de bienes y servicios de una canasta distintiva de precios al consumidor, por ejemplo, el IPC.
El IPC corresponde a una canasta fija que es evaluada como un promedio mensual expuesto a problemas muy complejos de ponderación y a errores involuntarios. Otro factor de afectación es que en Chile, este cálculo del IPC se aplica solo en Santiago. De cualquier forma, el IPC es considerado como el denominador de los precios nominales cuando se piensa en precios reales.
La Unidad de Fomento está configurada como una especie de versión diaria del IPC y utilizada como unidad de cuenta. En Chile, la UF actúa como deflactor de los precios reales que generan diariamente la gran cantidad de personas cuando compran, invierten o se endeudan. Por lo tanto, la Unidad de Fomento sustituye al IPC en esta función. De ser esta una hipótesis válida, se consideran reales los precios de los contratos expresados en UF.
Los valores y las tasas de las herramientas que se reajustan en UF son interpretados como reales tanto por los deudores como por los depositantes, en cuanto que dichos instrumentos están protegidos del riesgo de inflación. Así mismo, los instrumentos con tasa y valores no reajustables se expresan en términos reales en cuanto que son deflactados por la variabilidad de la UF.
Vale acotar que la Unidad de Fomento no asegura una capacidad adquisitiva perfectamente constante respecto al IPC. La UF siempre se mantiene algo retrasada en su variación respecto a los movimientos del IPC, el cual ya tiene sus propias limitantes para reflejar la inflación real. En consecuencia, se puede afirmar que la UF no garantiza una protección absoluta o perfecta.
Concretamente, la UF puede tener una variación durante el mes t que se acerque al nivel de inflación del mes t-1, p(t-1), por lo que su valor real diferirá en la dimensión p(t-1)-p(t) en relación al mes inmediato anterior. El valor de p(t-1) se conoce al inicio del periodo pero no así el de p(t) por lo que debe anticiparse con base en su valor esperado E(p(t)).
Basado en estos y otros complicados cálculos, se puede concluir que la UF puede distorsionar las mediciones reales por variaciones no previstas del IPC como el clima, etc. A pesar de ello, los individuos no parecen disuadidos a establecer precios ni realizar transacciones en UF para un abanico considerable de bienes y servicios. La UF es un dispositivo financiero muy atractivo para los usuarios que no le dan mayor importancia al hecho de que el valor real de las herramientas designadas en dicha unidad se distorsione.
Esta distorsión se considera insignificante ya que afecta solo en el corto plazo y las transacciones financieras en general se establecen a corto plazo y con renovación o prorroga a su vencimiento.
Política monetaria y la Unidad de Fomento
La preservación y la estabilidad de los precios es el objetivo fundamental de la política monetaria. Para ello es primordial garantizar que la capacidad de producir a lo interno y el financiamiento externo disponible no sean sobrepasados por la demanda interna. La responsabilidad de mantener estables los precios en las economías de mercado es asumida por el Banco Central debido a que la demanda interna es sensible al comportamiento de la política monetaria.
La política monetaria dispone de canales directos para ejercer su influencia y su impacto más preciso puede apreciarse en renglones claves como las tasas de interés de corto y largo plazo, tipos de cambio y precio de las acciones. Al ser consideradas como reales, las variaciones provocan que la demanda interna se altere por factores como sustitución y riqueza.
El volumen de activos líquidos de los usuarios se ve impactado por las acciones que tome el Banco Central. Al producirse una alteración de la liquidez por parte de la política monetaria, se verán desequilibrios en las carteras de inversiones de los poseedores. Posterior a ello, se producen variaciones en la solicitud de activos financieros dando paso a cambios en la inflación.
Existen diversas visiones acerca de cuál es el instrumento más idóneo para la ejecución de la política monetaria. Hay quienes consideran que el indicador clave es la tasa de interés para transacciones interbancarias de corto plazo. Otros prefieren dirigir su atención a la disponibilidad de activos líquidos y tomar como referencia para el planteamiento de la política monetaria la ampliación de la oferta de dinero.
Los responsables de la política monetaria del Chile de la década de los 80 decidieron optar por la tasa de interés como el canal de administración de dicha política. El caso en este país es excepcional e inédito por la entrada en el juego de la Unidad de Fomento. Este instrumento induce a la política monetaria a guiarse en función de las tasa de interés para los contratos reajustables expresados en UF.
Esta incorporación de la Unidad de Fomento generó resultados muy satisfactorios y las tasas de interés sobre títulos expresados en UF fueron vistas como reales. Durante largo tiempo se ha tenido la visión de que la demanda agregada ha estado muy bien controlada por el Banco Central. Con mínimas correcciones hechas a las tazas de corto plazo expresadas en UF, se logran los ajustes de gasto o cartera para soslayar la estabilidad.
En definitiva, todos los estudios realizados para Chile con base en la econometría, acerca de tasa de interés y demanda agregada coinciden en que es la Unidad de Fomento el indicador relevante.